Os escribo unas breves líneas para desmentir la noticia de mi muerte, así como para informaros de que estoy recuperándome en un lugar tranquilo. En breve tendréis más noticias mías, y más explicaciones. Me despido, no sin antes citar a mi buen colega y mentor Emory Zichermann.
En política, como en la literatura, es muy frecuente que uno deba ser destruido para que triunfen sus ideas. Ésto ha sido especialmente empleado por la tradición abrahámica, hasta que en la segunda mitad de este [el pasado] siglo lograron los Israelitas alzarse como "Pueblo Elegido", pero encontramos otros muchos ejemplos como el Fénix Persa, los Negros en nuestra Nación o los Ditchitas del Guam.
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